Una de las ciudades más cálidas y misteriosas de nuestro país, Nasca encierra mucha historia y arqueología de un grupo social que estuvo asentado en esta parte de la costa hace más de 1500 años. Algo que sigue siendo un misterio, es la interpretación para los gigantescos geoglifos concentrados en esta parte de la costa peruana, sus formas, tamaños y posicionamiento han permitido desarrollar distintas hipótesis.

El siglo pasado hubo una persona que dedicó toda su vida al estudio de estos geoglifos, María Reiche. Una alemana que llegó a nuestro país y que el destino puso a estudiar por décadas esta parte del Perú para ir, uno a uno, descubriendo los diseños que hoy en día muchos pueden fotografiar desde el cielo. Conoceremos su casa, la que hoy es un museo que muestra las colecciones de sus trazos, documentos y herramientas y en donde también descansan sus restos.

Podremos apreciar 3 de los geoglifos más famosos desde la torre moderna ubicada a un lado de la carretera Panamericana Sur y de regreso a la ciudad de Nasca podremos comprobar que también en la actual ciudad de Nasca, también podemos encontrar geoglifos: El Telar y Las Agujas.

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